En pocas palabras: lo mejor que me he leído hasta ahora. Y es que esta trilogía no se
merece menos, no se le puede poner ni una sola pega. Bueno, quizá alguna, pero
no adelantemos acontecimientos. Aun así son unos libros tan buenos, tan
apasionantes y que encierran unas lecciones tan importantes que no me extraña
que también fascinen a adultos a pesar de ser considerados más apropiados para
el público adolescente. En realidad creo que esta saga podría enganchar a gente
de cualquier edad, pues la moraleja de esta historia es, a mi juicio,
universal. Pero de nuevo me estoy adelantando.
Lo cierto es que no comencé a leérmela hasta
haber visto las dos primeras películas. No me gusta leerme un libro después de
ver su adaptación cinematográfica porque al menos a mí me condiciona bastante
la lectura. Por ejemplo, si determinado actor no me gusta, ya le cojo cierta
“manía” al personaje; a pesar de que el escritor no tenga la culpa de que el
artista no haya conseguido transmitirme la verdadera esencia del mismo. Eso me
pasó con Bella de Crepúsculo, por
ejemplo. Kristen Stewart no me gustó nada en la primera película y cuando me
leí el primer libro de la saga ya tenía ciertos reparos con la protagonista. Al
final la Bella del libro consiguió caerme mejor que la Bella de la peli, pero
le costó 4 libros. En fin, que me desvío, que yo no me leí Los Juegos del Hambre antes de ver la primera película por
desconocimiento (no sabía que existía tal saga); y no me la leí después por
indignación (no estaba dispuesta a pagar 18 eurazos por tomo). Sin embargo,
después de ver la segunda película me enganché tanto a la historia que me
decidí a hacerme con los libros como fuera. Finalmente tuve la suerte de
comprar los tomos a 9 euros cada uno, de segunda mano pero en perfecto estado.
Desde la primera página del primer libro me
di cuenta de que iba a ser algo completamente diferente a otras sagas que me
había leído, y no hablo precisamente del argumento porque yo ya sabía lo que
iba a pasar; sino del estilo de la escritora. Suzanne Collins escribe tan bien que el libro ya te engancha
simplemente por eso, esta mujer ya puede escribir una historia futurista o
la lista de la compra que ambas cosas las leería con fascinación. En
comparación con Crepúsculo o 50 Sombras de Grey, en la que se nos
cuentan muy pocas cosas con demasiadas palabras; Collins nos lo cuenta todo con
en su justa medida. De hecho es fácil quedarse con ganas de más, mientras que
en los otros dos casos a mi entender sobran páginas y páginas de monólogo
interno de las protagonistas. Y eso que en los Juegos del Hambre la protagonista también es una chica adolescente,
pero de Katniss hablaré luego más detenidamente.
El mérito de Collins no reside únicamente en
su redacción, sino por supuesto en el fantástico argumento de sus obras. Y no
uso el adjetivo “fantástico” precisamente en su acepción de “irreal” o
“imaginario”, que por supuesto lo es, sino en su significado de “magnífico” o
“excelente”. Y es que nos presenta un
mundo imaginario pero perfectamente posible, sin desvariar demasiado, sin
coches voladores ni viajes al espacio. Tan posible es, que yo creo que al paso
que vamos tenemos más probabilidades de acabar malviviendo como en los
distritos que prosperando a mejor. De hecho muchos de los temas que se plantean son perfectamente aplicables al
mismo presente, y más en este país: la tiranía de un gobierno que se
aprovecha de unos ciudadanos a los que oprime, que se queda con la riqueza que
les correspondería a costa de recortarles todos sus derechos… ¿os suena? Bueno,
quizá esté exagerando, al menos en España no estamos obligados a mandar a una
pareja de cada comunidad autónoma a unos Juegos del Hambre. Tiempo al tiempo.
Otros temas que se tratan en las novelas son
el hambre, como su propio nombre indica (chiste malo), la violencia y sus
posibles consecuencias: la muerte o la supervivencia. Collins nos sumerge sin
ningún tipo de anestesia en un mundo en el que es mucho más fácil palmarla que
sobrevivir; y en este punto es donde más he encontrado críticas hacia la
trilogía: en el hecho de que se habla
con bastante crudeza de la muerte y de cómo ésta se produce para algunos
personajes. Entiendo que, como he leído en algún lado, algunos lectores de
corta edad hayan tenido pesadillas por culpa de la trilogía; por eso reincido
en que yo no la recomendaría para adolescentes. Las tres novelas son una
continua lucha de la protagonista por sobrevivir: en las dos primeras como
tributo en los Juegos del Hambre, un reality
show en el que 24 adolescentes (un chico y una chica de cada uno de los 12
distritos de Panem, país en el que se ha convertido Estados Unidos) luchan a
muerte hasta que solo queda uno; y en el último libro se entabla una guerra en
la que dichos distritos se enfrentan al Capitolio, zona del gobierno opresor y
los privilegiados del país.
Con tal argumento las novelas no podían ser
otra cosa que apasionantes, pero desde luego y como no podía ser de otra manera,
lo mejor es el final. Y es que no fue para nada como yo imaginaba, sino que
superó mis expectativas con creces. Cualquiera esperaría un final glorioso para
la protagonista, en el que ocupa un lugar relevante en el nuevo Panem que ella
ha ayudado a liberar y en el que se le compensan todas las tragedias vividas.
Sin embargo, Collins descarta el final idílico y feliz y nos ofrece un desenlace con una lección moral mucho más
profunda. En una guerra no hay ni buenos ni malos, todos son asesinos y
todos sufren las consecuencias, incluida la protagonista. No obstante, es un
final muy bueno para ella, teniendo en cuenta todas las atrocidades que ha
vivido.
Hablando de Katniss, ¡ya era hora de una protagonista fuerte, valiente e independiente de la
influencia de cualquier hombre! Ya me gustó bastante la de la película,
excelentemente interpretada por Jennifer Lawrence; pero en el libro como casi
siempre ocurre descubrí muchos más matices del personaje. Katniss es una
adolescente obligada constantemente a sobrevivir (incluso desde antes de
participar en el sangriento reality show),
lo que la convierte en una persona con
una fuerza y coraje admirables pero con un carácter un tanto frío e incluso
calculador. De hecho, ella misma reconoce que la única persona a la que
está segura de querer es su hermana, por la que se sacrifica para ir en su
lugar a los Juegos del Hambre. A su madre le guarda bastante rencor porque tras
la muerte de su padre ella no hizo nada por mantener a sus hijas debido a que
se sumió en una profunda depresión, por lo que la tarea de llevar comida a la
mesa recayó en Katniss, cuyos conocimientos de caza y naturaleza le ayudan sin
duda a mantenerse viva en los Juegos.
Las novelas se narran desde el punto de vista
de la protagonista, lo que permite empaparnos de su instinto de supervivencia. Katniss lo ve todo como una lucha por su
vida y la de las personas que le importan, cosa que es lógica dado que
continuamente se enfrenta a situaciones en las que dichas vidas peligran. Pero
incluso para situaciones mucho más mundanas como puede ser elegir novio, valora
sus opciones fríamente y pensando en su conveniencia y no en sus sentimientos;
por lo que a veces se echa de menos un
poco de sentimentalismo. Nos encontramos un triángulo amoroso sin dudas
tormentosas de la protagonista ni enfrentamientos apasionados entre los
candidatos a su corazón, pero al que en mi opinión se le da la importancia
suficiente teniendo en cuenta que esta no es una novela romántica, sino de una
temática completamente distinta.
El resto de
personajes está igual de bien conseguidos. Por un lado tenemos a Gale, un luchador
como Katniss con un profundo odio al gobierno e instinto de revolución; y por
otro a Peeta, más dulce y romántico y al que no le preocupa la lucha, sino la
propia Katniss. Los momentos más tiernos lo proporcionan los personajes de
menor edad, como Prim, la hermana de la protagonista; o Rue, su aliada en los
primeros Juegos. También le cogí mucho cariño a Haymitch, el mentor de Katniss
y Peeta; e incluso a la repelente Effie Trinket, su escolta del Capitolio. He
de comentar que ha esto último ha contribuido mucho más la Effie de las
películas que la del libro, pues de hecho sus apariciones en las adaptaciones
cinematográficas son diferentes a las de las novelas y más numerosas. Finnick,
Johanna y Beetee, vencedores de otros Juegos del Hambre, también consiguieron
caerme genial. Muchos de estos personajes mueren o acaban muy afectados, por lo
que a través de ellos se nos vuelve a
enseñar que en la guerra o la lucha todos pierden y nadie gana.
En resumidas cuentas y como ya he mencionado
anteriormente, esta trilogía nos ofrece una historia apasionante, además muy
bien contada, que se puede disfrutar a cualquier edad (pero no la recomendaría
para las más bajas). Los únicos defectos
que yo podría señalar son la excesiva frialdad con la que se tratan algunos
temas y los comienzos un tanto lentos y aburridos de las dos últimas novelas.
Esto se puede apreciar por ejemplo en la recién estrenada primera parte de Sinsajo, que corresponde lógicamente con
la primera parte del libro de mismo nombre; y narra los sucesos menos
emocionantes y con menos acción del desenlace de la trilogía. Mucha gente me
comentó que se esperaban más “chicha” de esta película, pues es muy diferente
de las dos anteriores. Yo lo que siempre explico es que los comienzos de En llamas y Sinsajo son un poco sosos, pero que hacen un contraste perfecto con
las partes donde se concentra la acción.
De todas formas recomiendo tanto los libros
como las pelis (y a algunos de mis amigos prácticamente los he obligado a
verlas), pues estas últimas son unas excelentes adaptaciones de las novelas.
Creo que las películas reflejan casi
perfectamente el mundo futuro que Collins imaginó, y que los actores transmiten
igual de bien el espíritu de sus personajes. En este caso el hecho de haber
visto antes la peli antes no me influyó negativamente a la hora de disfrutar el
libro, ni siquiera el haberle puesto cara de antemano a los personajes, pues
repito que cada actor me parece una excelente elección.
¡Hola!
ResponderEliminarA mi también me gustó mucho la trilogía, aunque Sinsajo no tanto, precisamente porque como tú dices, el principio de ese y el segundo libro son más lentos, y En Llamas me había gustado tantísimo que pensé que Sinsajo sería aún mejor. Me llevé una pequeña decepción, pero luego el final mejoró bastante, y pese a que mueren muchos personajes, se me hace que tratándose de una guerra es lo que ocurre en verdad.
¡Nos leemos!
Gracias por tu comentario! Me ha gustado mucho tu entrada comparando libro y peli
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